La llegada del verano implica, en la gran mayoría de casos, el ir a playas y piscinas. Es algo normal, ya que estar en el agua es una actividad antiestrés. No obstante, en estas zonas también pueden ocurrir percances para los que debemos estar preparados.
Una de esas situaciones de emergencia ocurre cuando una persona esta ahogándose. En este artículo cómo enfrentarnos a un ahogamiento por agua, además de cómo prevenir esta situación ¡Empezamos!
¿Qué es el ahogamiento por agua?
Una de las formas por las que una persona se puede ahogar es por cantidades excesivas de agua que impiden la respiración. En este caso, poco importa que el agua sea más o menos natural, o esté más o menos contaminada.
No obstante, cabe recalcar que el ahogamiento en agua fría puede ayudar a tener más tiempo para los primeros auxilios. La temperatura baja permite que el sistema nervioso central permanezca en un estado más estable, por lo que pueden aparecer menos daños.
Cómo prevenir el ahogamiento por agua
En la mayoría de casos, los ahogamientos por agua se producen en playas y piscinas concurridas, a causa de no seguir las sugerencias expuestas en dichos sitios.
Por ejemplo, en las playas aparecen banderas con colores que nos indican el estado del mar. En términos generales, una bandera verde indica que el baño está permitido sin ninguna limitación. La bandera amarilla permite el baño, pero limitado hasta las zonas donde hacemos pie. La bandera roja implica la prohibición del baño.
Otro consejo que se puede aplicar es la regla 10/20 en el caso de los niños; esto es: vigilarlos cada 10 segundos y estar en una distancia que cueste recorrer un máximo de 20 segundos.
Por otra parte, antes de entrar en el agua es recomendable ducharse previamente, o sumergirse poco a poco, para que nuestro cuerpo se adapte a la posible bajada de temperatura.
De hecho, si la temperatura fuera muy baja, nuestro cuerpo podría entrar en shock provocando un síncope en el agua, cuyo nombre es hidrocución. Este síndrome es muy peligroso ya que implica la pérdida de consciencia dentro del agua, por lo que podríamos ahogarnos si no contamos con ayuda cerca.
¿Qué hacer frente a un ahogamiento de agua?
Antes de nada, cabe recalcar que no debes poner tu vida en peligro para intentar rescatar a una persona; deja ese trabajo a los socorristas, ya que están preparados para estas situaciones.
No obstante, no en todas las playas hay socorristas, por lo que puede ser que a veces tengamos que ser nosotros quienes tengamos que ayudar a la persona que se ahoga. En esos casos, siempre tendrás que llevar un dispositivo de flotación.
Para sacar a la persona del agua, tenemos que orientar su cuerpo boca arriba, con la columna, la cabeza y el cuello alineados. De esta forma, podemos evitarle lesiones o que las que estuvieran empeoren.
Una vez traigamos a la persona a una zona segura, en tierra, debemos comprobar el estado de la víctima. Si responde a nuestros estímulos tenemos que hacerle para que expulse toda el agua. En caso de que no pueda toser habrá que acostar a la persona de lado.
En caso de que la persona pierda el conocimiento y no muestre signos de circulación (movimiento, respiración o tos) hay que realizar la reanimación cardiopulmonar. En el artículo que te dejamos enlazado te mostramos cómo realizar la RCP manual de forma correcta.
Esperamos haberte ayudado a conocer mejor los procedimientos que se deben llevar a cabo en caso de un golpe de calor. Ahora bien, si quieres profundizar más en el conocimiento de los primeros auxilios necesitas algo más, como los cursos que ponemos a tu disposición en EGS.
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